La revuelta electoral de la España Vaciada


Pienso en la llegada del año nuevo y yo diría que esto ya lo he vivido. Es como si 2021 no hubiera tenido lugar y los deseos para el año que empieza se repitiesen: salud, nueva normalidad, fin de la pandemia… Quienes no parece que quieran seguir viviendo eternos déjàvu son los miembros de la plataforma por la España Vaciada, ya que, como todo indica, en este nuevo año que empieza, la revuelta aspira a llegar al parlamento y ya hay encuestas que les otorgan 15 escaños.

Llevo meses, si no años, pensando sobre este movimiento ciudadano, y he visto, claramente y de manera muy nítida desde que Teruel Existe llegó al Congreso, cómo su camino se dirigía hacia la vía electoral. Y llevo semanas, si no meses, debatiéndome entre si escribir o no un artículo sobre este tema, porque este paso electoral que, a priori, es más que justo, trae parejo oscuridades que complejizan el asunto, y me disgustaría mucho equivocarme o ser yo misma quien acabe siendo injusta con la misma causa con la que me identifico.

Finalmente, llegó el artículo. La semilla germinó tras escuchar el monográfico sobre la España Vaciada y su salto a las urnas de mi programa de radio favorito, Carne Cruda, en colaboración con mi también favorita Revista Salvaje.

Comenzaré señalando que llevo años defendiendo privada y públicamente que si los partidos tradicionales, y menos tradicionales, no daban repuesta por la vía de los hechos a las desigualdades territoriales que existen en nuestro país, entre lo que se ha dado en llamar la España Vaciada y el resto del Estado, quienes habitan ese territorio despojado de derechos y servicios no tendrían otro remedio que dar el paso de representarse a sí mismos y presentarse a las elecciones como, de hecho, parece que va a suceder.

Por eso, he sido muy crítica con la reacción de buena parte de la izquierda cuando se ha hecho manifiesta esta posibilidad. Adelanto: a mí me parece una contradicción absoluta plantear la salvación de nuestros pueblos a través de una opción liberal o de derechas porque el medio rural es absolutamente disfuncional para el mercado. Pero, he tenido la sensación de que un sector de la izquierda no ha sabido interpretar el momento, y en vez de trabajar por una alternativa que garantice los derechos y servicios fundamentales para todas las personas, ha reaccionado a la defensiva con quien ha considerado que no le queda otra oportunidad. Por cierto, hago juicio con la izquierda porque entiendo que la derecha no tiene nada que ofrecer a este territorio, aunque su publicidad diga lo contrario.

Yo comparto absolutamente la crítica a quien no hizo nada por estas tierras, a izquierdas y derechas, probablemente porque no daba votos, pero las piezas de la revuelta, noble reivindicación, empiezan a dar muestras de que no encajan del todo bien.

En el programa al que aludía anteriormente se plasma perfectamente el punto de inflexión en el que la emoción se paraliza y afloran los miedos. Al menos los míos. Javier Gallego, el presentador, pregunta al representante de Teruel Existe por la postura de la plataforma en asuntos como la eutanasia, el aborto, el feminismo y la LGBTIfobia de los que, sin duda, los nuevos diputados de la España Vaciada tendrán que opinar y hacer política si son elegidos. Entrecomillo su respuesta:

“Nos sentaremos a hablar con las dos partes, con las tres partes y con quien sea necesario para buscar una propuesta que nos recoja o acoja a la mayoría de los ciudadanos, no que acoja a uno y excluya a los otros, es que no tiene ningún sentido. Tenemos que buscar en todos esos temas soluciones donde todos nos sintamos representados. Evidentemente, cada uno tenemos nuestra forma de pensar y de verlo, pero lo que tenemos que llegar es a una postura que sea válida para todos, no solo para una parte, y eso se consigue a base de diálogo y en ese diálogo tiene que estar todo el mundo, no podemos excluir a nadie”.

Y yo me pregunto: ¿cómo se llega a un consenso entre quienes defienden los derechos de todas las personas y los que defienden los derechos solo para unas pocas? ¿Damos derechos a las LGB pero no a los TIQ+? ¿Renunciamos a la Ley de Violencia de Género para que la demanda de la Autovía del Duero llegue al Congreso? ¿Cómo pueden representarse en una misma postura una persona racializada y una de extrema derecha? Personalmente, ¿de qué me sirve que a mi pueblo llegue el 5G si la masa informe que ha conseguido en el Congreso que sea posible, lo ha hecho a costa de que mis hijas no tengan derechos por serlo de una familia homoparental?

Compartiendo la crítica que hacen quienes intervienen en ese programa al bipartidismo, aunque casualmente no dicen bipartidismo, sino “los políticos”, justo lo que van a ser ellos, me aterra que el consenso no se establezca en torno a los derechos de todas las personas, los que aún tenemos que conquistar, pero también los ya adquiridos.

A  quien entrecomillo es de Teruel Existe, pero no quiero que esto parezca una crítica a su plataforma, que la tengo, sin duda, como la más madura de todas cuantas existen y, además, creo que están haciendo un gran trabajo parlamentario, demostrando gran sentido de Estado y nulo provincianismo. Amén de que es de justicia reconocer que respondieron al hilo de Twitter que puso la semilla de este artículo aclarando que en “Teruel Existe siempre defendemos que nuestro marco de referencia es la Declaración Universal de los Derechos humanos y la Constitución. En dos años en el Congreso y el Senado se ve cómo actuamos. Sí, intentamos siempre buscar consensos. Y la España Vaciada actúa y actuará igual”. Sin embargo, sus declaraciones, nos ponen en la pista de lo que puede venir: hace unos meses una persona me contaba que había abandonado una de estas plataformas porque habían desestimado posicionarse respecto al aborto para no herir sensibilidades. Y claro, me decía esta persona, y yo comparto: “reabirir debates de los años 80, o tener una autovía a cambio de que las mujeres no podamos decidir sobre nuestros cuerpos, o siquiera hablar de ello para no herir sensibilidades (¿de quién?), no gracias”.

 

Tweet de Teruel Existe

Tweet de Teruel Existe en respuesta al hilo que pondría la semilla de este artículo

 

Si alguien piensa que defender el futuro de nuestros pueblos está reñido con defender que las parejas homosexuales puedan adoptar, no está en mi equipo. Los derechos humanos por encima de todo y de todas. Yo no quiero construir un país igual en infraestructuras a costa de la desigualdad en derechos.

Supongo que este proceder es consecuencia lógica de quien dice no es ni de derechas ni de izquierdas. Que, aunque en determinados ámbitos decirse de uno u otro lado suena demodé, hasta donde yo infiero de mi observancia, todos somos, o al menos tendemos, hacia uno u otro lado, y lo contrario es ser una ameba submarina. Porque hasta quien dice que no es algo se está definiendo por oposición. Si no eres feminista, eres machista, corazón.

Pero vamos a hablar con honestidad: si el neoliberalismo es lo que nos ha traído hasta aquí, porque el medio rural es disfuncional para el capitalismo, y lo que estamos pidiendo es una mayor inversión en el medio rural, igualdad de derechos y más servicios públicos, ¿no es entonces esta plataforma eminentemente de izquierdas? Y si no es a través de la redistribución de la riqueza, ¿cómo va a obrarse el milagro? ¿Acaso es compatible con una bajada generalizada de impuestos?

Y yo me pregunto, ¿por qué tanto miedo a señalar a los verdugos? O bien porque el verdugo está entre nosotros o bien porque en realidad aspiramos a serlo. La España Vaciada quiere ser modelo, sin cuestionar el modelo. Y aunque es muy humano querer llegar a la fiesta en la que estaban todos menos tú, la realidad es que ya ha amanecido, la rave se ha acabado, y el desarrollo del interior peninsular pasa, inevitablemente, por el cambio de modelo global; lo que personalmente tampoco creo que sea negativo. Tenemos la oportunidad de convertirnos en el motor de un nuevo sistema, pero para eso se necesita valentía y honestidad, y el ni blanco ni negro, ni de derechas ni de izquierdas, ni machista ni feminista, ni animalista ni especista, lo es.

Y, hablando de impuestos, otro día abriremos el melón de la fiscalidad diferenciada. Hoy ya no, que tenemos macedonia para rato y aún me queda la guinda: ¿Quién va a formar esta candidatura?

Revuelta de la España Vaciada. Manifestación en Madrid en marzo de 2019. Fotografía de eldiario.es

 

El Español publicaba hace un mes un reportaje sobre los representantes de las asociaciones que conforman el nuevo partido, y ese reportaje nos ofrecía una fotografía relativamente pintoresca con presencia de cazadores, animalistas, miembros de asociaciones de empresarios, personas que saltan de partido en partido, otras que actualmente militan en organizaciones minoritarias y que van a cambiar de marca para obtener mejores resultados, nacionalistas españoles, regionalistas, provincianistas, miembros de plataformas vecinales y, en última instancia, gente de izquierdas y gente de derechas; aunque algunos digan ahora que no son ni de unos ni de otros, o que las ideologías no son importantes, a pesar de que hasta antes de ayer, o incluso hasta hoy mismo, militasen en organizaciones de ideología bien marcada. Volvemos a los verdugos que están entre nosotros y quienes aspiran a serlo.

Me temo que vamos a encontrar, en suma, un batiburrillo de buenas personas y buenas intenciones mezcladas, si no reventadas, por una panda de trepas y caciques provinciales y provincianos que utilizarán ahora la España Vaciada como el instrumento que mejor les sirve para sus intereses personales. Y donde se dice no hay ideología se impondrá la del más fuerte o todo se resquebrajará. Y ya veremos si no se impone también, a pesar de que Teruel Existe marca claramente otro camino, el provincianismo más rancio que tan bien conocemos en Castilla y León.

Pero volvamos al origen, ¿por qué va a pasar todo esto? Porque no se siente la existencia de un Pacto de Estado muy joven en el que los distintos partidos y sensibilidades políticas lleguen a una serie de acuerdos, estos sí, consensuados, a través del cual se garantice que todas las personas de este país tienen los mismos derechos y servicios con independencia de donde vivan. Y esas personas que en un mismo país tienen las mismas obligaciones pero no los mismos derechos han sido abocadas a hacer política al revés: haciendo ideología del desarrollo territorial y consensuando a costa de qué derechos y de qué personas nos desarrollamos.

Y el resto es ya política ficción. Aunque no querría dejar de enunciar, al menos, algunas dudas, para que no se queden por el camino: ¿Cómo se conforma un grupo parlamentario que no tiene ideología y no es ni de izquierdas ni de derechas? ¿Apoyaría a un presidente del gobierno de extrema derecha si este le garantizase, por ejemplo, la vertebración de todo el Estado mediante un ferrocarril de media distancia? Ese grupo formado por animalistas y cazadores, ¿qué posición parlamentaria mantendría respecto a la caza del lobo? ¿Les dirán lo mismo que ellos dijeron a otros que habían dado el paso electoral con anterioridad?: “Con políticos no”. Si ahora son ellos los políticos, ¿a qué puertas van a llamar?…

He celebrado el empoderamiento de mis convecinos y la toma de conciencia de la situación de desventaja en la que nos encontrábamos, como nadie. Pero los derechos no se negocian. Mis derechos a cambio de NADA. Ni siquiera de mi pueblo.

Sin embargo, ¿creéis que quien prepara ahora su candidatura tiene otra opción?

fotografía de Villacreces

Fotografía de Villacreces, despoblado en la Tierra de Campos vallisoletana

 

 


Virginia Hernández
virginiahgz@gmail.com