Artículo en La Mar de Campos

Internet, otra batalla.


Hace unos días leía una noticia en el periódico que contaba que tres pueblos españoles iban a competir por tener Internet gratis durante un año.

Detrás de la idea se encontraba una empresa de telecomunicaciones y, ¡oye!, a caballo regalado, ya se sabe lo que dicen… Pero la propuesta tenía algo que me hacía sentir incómoda, no por el regalo en sí, sino porque iba dirigido a un municipio que no tuviera acceso a Internet (porque ninguna empresa se compromete a ello, ni siquiera la misma que otorga la dádiva), porque el regalo solo dura un año y porque para conseguirlo hay que tirarse a la piscina del barro contra los que están igual que tú. La historia de siempre y por unas migajas.

2.248 municipios de Castilla y León carecen de cobertura de banda ancha, o lo que es lo mismo, 151.600 hogares no tienen un acceso normal a Internet. O sea, que, a pesar de que la sociedad actual vive conectada, de nuevo los castellanoleoneses y, en concreto, los que viven en el medio rural, se encuentran en situación de desigualdad respecto al total de la población española.

Es innegable que Internet se ha convertido en un elemento imprescindible para el desarrollo de nuestra sociedad y, por lo tanto, para el futuro de nuestros municipios, por ejemplo, a través del asentamiento de pobladores y nuevas empresas cuyo trabajo se desarrolle a través de la red. Por lo que no es descabellado afirmar que nos están negando el futuro.

Pero, lo curioso de esto es que según la Agenda Digital Europea, que es, para entendernos, una meta que se ponen los políticos de Europa para que nuestra sociedad pueda crecer y desarrollarse aprovechando todo el potencial de las nuevas tecnologías, en el año 2020 el 100% de la población debe tener un acceso a Internet de al menos 30 Mbps.

Y cuando el Gobierno del PSOE licitó en 2011 las frecuencias de la banda de 800 Megahercios (MHz) que usaba la TDT, los tres operadores de telecomunicaciones más grandes del país asumieron el compromiso de dar la cobertura de banda ancha en el medio rural.

O sea, que la despoblación es un asunto permanente en las agendas de los representantes públicos, ellos mismos se han obligado a que toda la ciudadanía tenga acceso a Internet, pero a la gran mayoría del medio rural se le sigue privando de la conexión a Internet. Es decir, que los vecinos de nuestros pueblos no tienen las mismas oportunidades que los vecinos de las ciudades, y siguen siendo ciudadanos de segunda.

Y mientras, ¿que la mitad de los pueblos de Castilla y León no tienen Internet? Pues nada, en vez de exigir a las compañías telefónicas y a los gobiernos el compromiso con la Agenda Digital Europea, les ponemos a competir entre ellos con alguna idea mamarracha, al que gane le ponemos Internet durante un año para que vea cómo mola y luego ya se lo quitamos porque no nos sale rentable.

Suerte a los tres pueblos escogidos para la batalla. Muchos pueblos de Tierra de Campos y Montes Torozos aún tenemos esperanzas de ganar la guerra.

Artículo en La Mar de Campos

***Este artículo lo escribí para La Mar de Campos en junio de 2017.


Virginia Hernandez
isaeirene2015@gmail.com