
05 Ene Queridos Reyes Magos:
Este año me he portado muy bien. Soy fiel a vosotros desde pequeñita (jamás pedí a Papá Noel aunque sus regalos llegasen antes), y nunca os faltó leche o turrón debajo de mi árbol de Navidad. Llevo todo el año pensando qué os iba a pedir, y lamento las confianzas que este año voy a tomarme, pero creedme, si no lo necesitase, no os hablaría como voy a hacerlo.
Como los 60€ que había reservado para comprar mis regalos de este año se los ha quedado el banco en concepto de mantenimiento de la cuenta, ahora que ya no tengo nómina, he pensado en pediros algo que, si bien no creo que sea muy costoso, sí puede traer alegría a los hogares españoles en este año que empieza. ¿Podríais cambiar de las agendas cursis que regalareis mañana lo de “365 días, 365 oportunidades” por “365 días, DOS oportunidades”?
Primera oportunidad: elecciones municipales y autonómicas.
Segunda oportunidad: elecciones generales.
A lo largo de toda la geografía española la gente se está organizando, está luchando, está trabajando muy duro para frenar el desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas, para que los bancos dejen de desahuciar y la gente no se suicide, para que las familias puedan volver a comer en casa y no en comedores sociales, para recuperar los derechos que las reformas laborales nos quitaron y una larga lista de etcéteras que ya conocéis y no merece la pena repetir.
Ahora que ya no nos creemos eso de que votar no sirve para nada, que todos son iguales, o que protestar es de radicales antisistema (por cierto, ¿anti qué sistema?); ahora que sabemos que las instituciones de este país están ocupadas por gente cuya única vocación política es la de llenarse los bolsillos; ahora que sabemos que hacer política es servir al ciudadano; ahora que sabemos que la historia es nuestra y la hacemos los pueblos, no vamos a perder estas DOS oportunidades de empoderamiento popular.
Hace ya unos meses que nacieron distintas plataformas ciudadanas con vocación de gobierno en nuestras ciudades y pueblos. Profesores, carpinteras, paradas, amos de casa, estudiantes, periodistas, funcionarios, ingenieras, pensionistas… en definitiva, un sinfín de gente normal que, convencida de la necesidad de acabar con el grave e injustificado expolio al que nos están sometiendo, dice basta, se une (confluencia se llama a la unión de personas que olvidan las pequeñeces que les diferencian para pelear por aquello que tienen en común) y se pone al servicio de la ciudadanía para poner en marcha un gobierno que represente a las personas.
Probablemente Guanyem y Ganemos Madrid sean los más conocidos, pero Valladolid tiene también su particular espacio de confluencia: Valladolid toma la palabra. Desde el pasado mes de junio, cientos de personas normales trabajan sin descanso en una candidatura de unidad que defienda los intereses de una mayoría ciudadana, y llegue a formar un gobierno abierto que permita a los vallisoletanos ser los protagonistas de su ciudad.
Queridos Reyes Magos, no os pido otra cosa que democracia y soberanía popular, respeto a los derechos humanos, solidaridad, y participación para tener ciudades, comunidades y un país más habitables; pero como en realidad no soy de pedir ni a reyes, ni a magos, ni a vírgenes, ni a santos, porque soy de la convicción de que para obtener hay que trabajar, queridos Reyes Magos: queremos un cambio en las agendas del cambio. Queremos que nuestras agendas digan: 2015, el año de las personas que salieron a luchar y ganaron un futuro digno para vivir. 2015, el año de las dos oportunidades ganadas.
No hay duda de que este es un momento trascendental. Queridos Reyes Magos: nos vemos en las urnas.